10000 DEL SOPLAO
El infierno cántabro
El infierno cántabro
Súmate al reto
El Soplao es una de las marchas de maratón mtb más dura del calendario anual.
162.5km y 4802m de desnivel positivo
¿Lo encuentras fuera de tus posibilidades?
Nosotros te ofrecemos la posibilidad de que aunque no estés suficientemente en forma como para hacerlo en una bici convencional de montaña, la intentes terminar en una eBike, viviendo la experiencia y pudiendo disfrutar de ese recorrido con asistencia al pedaleo.
En Merida Bikes queremos ayudarte. Participa en los 10000 del Soplao con una de nuestras eBikes y supera el reto.
Sorteamos dos dorsales para que los ganadores podáis realizar la prueba con una de nuestras eONE-TWENTY. Las prestaciones de la eBike te ayudará en las largas y exigentes rampas del infierno cántabro. Sólo tendrás que preocuparte por optimizar la autonomía de la batería.
La siguiente etapa es superar el reto
Supera el reto con nuestra eBike
Tengo que reconocer que en cuanto vi el concurso que lanzo Merida Bikes, hacer Los 10000 del Soplao en e-bike, ¡Me encantó la idea! Intentar hacer una prueba de resistencia con una bici que tiene una autonomía limitada es todo un desafío.
Cuál fue mi sorpresa al recibir la llamada diciéndome que me había tocado, sin pensarlo dos veces accedí y me vi involucrado en una de las aventuras más locas y bonitas de las que he realizado.
Me entregan la ebike de trail eONE-TWENTY 800 en Bicis Pina y me lanzo a la aventura y lleno de ilusión para probarla a 10 días de el Soplao. Ha sido muy fácil adaptarse a la bici, geometría cómoda en la que se pedalea muy bien gracias a su distancia de vainas traseras y su compacto motor Shimano, que aun sin asistencia, hacen que el pedaleo de la bici sea muy natural. Un buen reparto de pesos y su distancia entre ejes, hacen que la bici sea muy manejable y disfrutona.
Con apenas un test de consumo importante me presento en Cabezón de Sal dispuesto a disfrutar una prueba que hasta ahora estaba muy lejos de mis posibilidades con una bici muscular.
Salida a las 8 de la mañana bajo la lluvia de Cantabria y con las expectativas de un día de locos con lluvia, frío, barro, subidas interminables y bajadas heladoras con una ropa totalmente calada y es que el logo de la marcha no es mera publicidad. El Infierno Cántabro, ¡Existe! y yo lo he cruzado con la eONE-TWENTY 800.
Con más mérito suyo que mío pero lo hicimos juntos, solo puedo dar las gracias a Merida y Bicis Pina por hacer posible que viva esta aventura.
Supera el reto con nuestra eBike
Cuando recibí la noticia de que me había tocado el premio de participar en El Soplao con una bicicleta eléctrica mtb de Merida no supe si alegrarme, porque el reto era máximo: Nunca había participado en El Soplao, no me había entrenado, y lo tenía que hacer con una bici que no conocía, pero… un reto fácil no es un verdadero reto.
Pude disponer de la eONE-TWENTY unos días antes, lo que me permitió salir solo y con mi grupo habitual para irme adaptando a ella. Lo que más me sorprendió fue lo bien que se comportaba en todos los terrenos, especialmente en senderos y trialeras donde pude comprobar que no tenía nada que envidiar a una bici no eléctrica.
Después de una larga salida por la sierra madrileña puede comprobar que si quería acabar El Soplao tenía que ser muy cuidadoso con el uso de la asistencia, aunque todos mis amigos me decían que lo veían muy complicado. Las previsiones del tiempo tampoco animaban mucho.
Por fin llegó el día:
06:00 - Suena el despertador, miro por la ventana y pienso “Vaya día hace, mejor me quedo en la cama”.
07:00 - En el coche los limpiaparabrisas a tope: “Voy a ver el ambiente, pero ni loco saco la bici”.
07:30 - En la salida: “¿Pero qué pinto yo aquí calado y helado?, me acerco a la carpa de Merida, que seguro que entienden que no salga”.
08:05 - Empezamos a dar pedales: “Bueno, al menos entraré en calor, pero a la primera ocasión lo dejo, que no hemos venido a sufrir”.
09:00 - Veo los primeros abandonos: “Creo que yo puedo aguantar un poco más”.
11:00 - A pesar de las grandes pendientes no he usado casi la asistencia, pero la bici rueda tan bien que voy al mismo ritmo que el resto.
Cuando llegó la bajada de las cuevas puede comprobar lo bien que se comporta la bici bajando: Era un largo tobogán de barro donde todo el mundo iba andando y maldiciendo mientras yo me lo pasaba como un enano bajando sobre la bici con total seguridad.
Adelantar a tanta gente me dio la confianza que necesitaba para seguir y, usando con moderación la asistencia, pude disfrutar de los maravillosos paisajes, del buen ambiente de los demás locos que habían seguido y de la comodidad de la bici, que se agradece estando tantas horas encima.
El Negreo se comió el último 40% de batería antes de acabarlo, pero solo la satisfacción de haber conseguido llegar hasta allí me dio las fuerzas necesarias para coronarlo y lanzarme hacia la meta… en busca de una ducha :-)
Quiero agradecer a Merida y en especial a Javi lo bien que me han tratado, lo atentos que han sido… y que se quedaran con la bici llena de barro tal cual entró por la meta ;-)
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